Apetecible expresión de la Naturaleza al ritmo que tú elijas

Antes de contaros algunas “notas gastronómicas”, anticipo que, para disfrutar de la Buena Mesa en estos días, es mejor dejar marchar al sol y empezar a planificar los planes del Bon Appetit para la noche.
El calor es muy seco, aploma mucho y suele quitar bastante el apetito, por lo que, durante el día, se acostumbra a tomar un brunch ligerito, siendo ideal el gazpacho –hay cosas que no cambian, jeje…- y en el restaurante de nuestros compatriotas Lolas Tapas and Bar siempre está a disposición de quién guste. Eso sí, estoy echando de menos las Sandías, pues estas joyitas de la tierra aún no nos han visitado.
Por tanto, hace calor, mucho calor, tanto como la calidez de la gente que habita en Zimbabwe y es un placer poder sentir este alegre clima y observar la hermosa floración de las Jacarandas y los Flamboyanes.

Así, en Zimbabwe, la expresión “hacer un plan” se puede definir como: “si está roto, arrégalo”; si no lo puedes arreglar, vive con ello ocambia tu vida, si es necesario de la noche a la mañana. Esta definición la he tomado prestada del libro Sur de África (lonely planet), pues define perfectamente la actitud de quienes viven en este País, cosa que he comprobado día a día y que, personalmente, me ha ayudado a ver las cosas de otra manera, en definitiva, ha sido una buena inyección de energía positiva y entusiasmo.
Así que, ya sabéis, si os animáis a venir por aquí, cosa que os recomiendo, la mejor época es de abril a septiembre, meses más fríos y secos con una temperatura similar a la del verano mediterráneo, durante el día, refrescando bastante al atardecer.
Cena Romántica, merienda improvisada o tomando un descanso, al sol o bajo la sombra: ahora sí, paso a comentaros alguna una cena romántica o una cita especial, L’O de Vie será un acierto. Se trata de un restaurante de reciente apertura en Harare (Capital de Zimbabwe) de cocina Belga y francesa, con una carta escueta, pero acertada y atractiva. Platos como “Solomillo de pato con manzana caramelizada y salsa de sidra” o “Solomillo de ternera con salteado de verduras y crema de setas”. El ambiente es cálido, el servicio eficaz y la carta de vino va al compás de todo lo descrito, con lo que, esta “agua de vida” es bienvenida y equilibrada. (Newlands shopping centre, Harare/ 20 $ por persona).
Si no hay ningún plan y quieres dejarte llevar o quieres organizar algo con estilo propio, Queen of Hearts es el sitio. Es uno de los coffee shop -50 en la ciudad- que hay en Harare y que abrió sus puertas a principios de año. Lo descubrí gracias a Andreu, un amigo de Zimbabwe que me invitó a ir con él a proyectar una película a casa de unos amigos (entendí), pero resultó que, de repente, me encontré en sitio encantador similar a un chalet, con salón de té, sala de reuniones, pastelería, zona chill out, cafetería, bar, biblioteca y… cine!!! Aún no sabía muy bien cuál era el plan, pero enseguida lo entendí y me encantó la idea, que, al final, me explicó mucho mejor una de las propietarias, Laura Dreyer.
La cuestión es convocar una cita a través de las redes sociales y pasar un buen rato, en esta ocasión, un tentempié a base de crema de champiñones, brioche con mantequilla, carta de café y tés, fruta armonizados con la proyección de un film. Aquel día, el film fue un documental sobre el SIDA; al final del encuentro, los asistentes junto con un invitado experto en el tema, iniciaron un debate sobre ello. Laura me comentó que suelen hacer quedadas con distinta temática, con motivo de días especiales o con originales ideas para ofrecer “buenos ratos” a sus clientes.
Queen of Hearts está abierto todo el día, con posibilidad de desayuno, brunch, merienda o cena; asimismo, es perfecto para tomar un café saboreando uno de los deliciosos libros que habitan en sus estanterías o para disfrutar de una copa mientras nos dejamos llevar por la buena música. En definitiva, es un lugar a la carta, abierto a mil y una posibilidades, que siempre contará con el buen gusto y el encanto que sus tres reinas de corazones han recreado y siguen cocinando día a día. Son famosas sus tartas y pasteles, de todos los gustos, colores y sabores ¡sólo tienes que pensar qué quieres y tendrás tu pastel personalizado (tiramisú, tarta de zanahorias y gengibre, de chocolate y frambuesas…) He de deciros que me encantaría volver para disfrutar de sus dulces tentaciones, porque en mi primera visita, me quedé prendada con el capucchino y no vi más allá; espumoso, aromático, un real capucchino (1 Corner of Hurworth Road & Enterprise Road, Harare. 10$ convocatoria film&food).

Puedes tomarte desde un Fish and Chips, un pollo al peri peri, un sándwich básico o una ensalada; o platos más elaborados y atractivos como un roll de cocodrilo o impala o un crumbe warthog schnitzel, que disfruté en mi última visita. Éste consiste en 2 porciones de warthog crujientes con ensalada de col y crema a elegir (champiñones, ajo o pimienta); me gustó mucho la ensalada y la forma de preparar la carne, lo único que no acompañó fue la crema, que si no me dicen de qué es, hubiera pensado que se trata de una bechamel básica. (10-20$ persona)
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Pero, si no queréis descansar y os gustaría bailar durante horas, con buena música y buen ambiente, os espero para tomar algo en Amanzi (bar, restaurante y Lodge) donde la música en directo y exóticos cócteles se citan cada jueves. (1 Masasa Lane, Kambanji, Harare)
Una muy buena recomendación.
Muchas gracias y Bienvenido! Felices Fiestas. Raquel