Hay secuencias que llegan sin saber por qué, solo llegan. La escena se recrea de inmediato, pudiendo ser risueña, crujiente, temblorosa, húmeda, causando, en más de una ocasión, futuribles escenas. Volvía ayer para Madrid, corto trayecto, en el bus Toledo-Madrid, mi aventura londinense irrumpió en mi mente y sonreí; seguramente, sentí las sensaciones que los días grises y la llovizna continua de Londres me provocaban. Sonreí por la grata satisfacción que siento cada vez que recuerdo cómo llegué “sin nada”, cómo roté por las entrevistas con mi leve inglés y cómo conseguí trabajar durante un año en la tienda Neck & Neck en Duke of York Square, en el señorial y chic barrio de Chelsea. Descubrí allí, la gran capacidad de acción y adaptación que tenemos; descubrí que siempre aparece alguien que te tiende una mano, personas que por algún motivo se cruzan, para un instante o para siempre.
El día y la noche, el sol y la luna, sonreír o llorar… Queramos o no, nos movemos entre luces y sombras y, de algún modo, somos afortunados porque, hasta en las peores situaciones, siempre caben las sonrisas. Todo pasa por algo y su porqué llega tarde o temprano. Volviendo a mis días de shop assistant, otra secuencia captó mi pensamiento “unas cervezas en The Craf Beer Co” con Eva Pardos, primera vez que nos pusimos cara, hoy compañeras de trabajo. Aquel encuentro pudo ser la causa de esta relación, así son las cosas.
Ahora sí, procederé a contarte algunas gastro-notas, no si antes, invitarte a que recuerdes el inicio; el final saciará su apetito.
Zaragoza y su Tapeo Non Stop
Me traslado al tercer fin de semana del mes de junio, invitación por Eva Pardos, perfecta anfitriona y guía para disfrutar de la ciudad en todos los sentidos. Le dije, no planees mucho, ya me conoces “soy fácil y, en tu compañía, lo que caiga». Ese finde, volvía el Mercado de las Armas y, nada más llegar, nos pasamos por allí. Tras un pisteo, quedamos para cenar con los amigos de Eva.
Asentamos en La Flor de la Sierra (C/San Valero, 8), un sitio mítico para tapear, conocido por las raciones de madejas y sardinas. Me gustó mucho, pero me quedo con la bandeja de longaniza y surtido de embutidos (las madejas no me hicieron ninguna gracia, jajaja).



Creí que aquí acabaría la noche del viernes, pero nanai… 3 bailes a golpe de cóctel marcaron el ritmo.
De Bailoteo y copeo por la City
ChiliMango Bar: el primer cóctel cayó en este local y, la verdad, los combinados muy buenos y bien presentados. Yo opté por el Wake up con Mezcal y Miel de ágave (muy bueno). Después al Viva la Vida (la música no acompañó mucho y marchamos); finalmente, un gin tonic y mucho mambo en el Jardín del Temple. No puedo dejar de mencionar al amigo de Eva, Miguel, fue el punto continuado de la noche… No había quien le parara; la mitad del grupo se marchó, Eva y yo le seguimos algo más, jajaja.

Desayunos; de la especialidad al bulevar
Veintiuno Coffee (Paseo de Fernando el Católico, 21); buena opción para tomar un buen café, pudiendo elegir su procedencia y servido con simpatía. Local agradable y atractiva selección de tartas.

Boulevard 46 (C/ Maestro Tomás Bretón, 48): un lugar muy auténtico abierto solo para desayunos, desde las 4.30 am hasta las 12.30 hrs. La decoración es grotesca, todo parece estar en desacorde pero al mismo tiempo acorde, jaja… Pedimos unas tostadas (enormes) y un cafelito. No son las mejores tostadas ni el mejor café, pero la experiencia hay que vivirla.
Entre tapas del Sur y Helados de Escándalo

El último día se dio a la improvisación, paseo por el parque y almuerzo “casi merienda” en el Mar de Cádiz. Prácticamente solas, a las 16.30 nos sentamos en la terraza y pedimos 2 platos a compartir (sugerencias de Eva): ensaladilla de gambas y albóndigas de choco. Ambos platos muy ricos y para un tapeo justo.

Eva me había hablado de las heladerías artesanas en Zaragoza y mencionó el helado de Donut en alguna ocasión… yo lo registré y, al caer el sol, dije ¿Un heladito? Le recordé “ese de donut… ¿Dónde era?” Allá que fuimos, a la Heladería La Tortosa (C/ Don Jaime, 35), una casa de helados con historia desde el año 1925. Me pedí la tarrina de dos sabores, de donut y de capricho de mayo; la textura es increíble, el sabor brutal, el de donut es puro donut y el de capricho de mayo es elegante y peculiar, chocolate negro y piel de naranja crujiente. Estaba tan bueno que iba muy lentita ¡No quería terminarlo!

Inesperadamente, conocí a Eva, hoy es amiga y compañera de trabajo. Todo partió de aquellas cervezas entre dos españolas entre ingleses (año 2014).
Finalmente, ¿Recuerdas el inicio? Esas secuencias que se presentan, esas que disfrutas o sufres al momento, esas que te llevan a futuribles que quizás lleguen, no lleguen o lleguen de otra manera. El caso es que, una vez más, deberíamos vivir los momentos de la misma manera que disfrutamos de la gastronomía. Por ejemplo, vas a merendar y disfrutas de una delicia de tarta, no piensas más allá de ahí, la disfrutas y punto. Con los “platos” de relaciones y actos, solemos pensar y adelantarnos “a veces sin querer”, a veces, matamos ilusiones tontamente dejando escapar la esencia del momento. Aquí acaba mi reflexión y con ella un reto que siempre tengo conmigo “disfrutar el presente”.
En la sociedad de la información, nos hemos acostumbrado a vivir mirando al pasado y al futuro, sin tiempo ni ánimos para detenernos a gozar del instante presente.
Es bueno revivir momentos del pasado y sobre todo aquellos donde tu mente te lleva para cargar energía, aquellos que te afianzan como persona y te recuerdan que uno es capaz de superar cualquier situación, tenemos una capacidad de supervivencia que es innata.
Amiga, alguien escribió y de ahí se hizo una película «El ayer es historia, el mañana es un misterio, el hoy es un regalo, por eso se llama presente» Esta cita sale en la película Kung Fu Panda y la cita el Maestro Oogway. … Ya que el presente es el acceso a la serenidad y paz que todos tenemos
Todo a curre por algo, el trayecto de Toledo a Madrid hizo que tus pensamientos te lleven a ese momento, con el mensaje de decirte que Dios es grande, las cosas suceden siempre por alguna extraña razón y las personas que se cruzan en nuestro camino siempre llevan una lección, besos amiga y fuerza
Ay cuántas frases tan oportunas me transmites. Exactamente, no lo puedo describir mejor que esa frase del Maestro Oogway. Gracias por estar, gracias por seguirme y gracias por cruzarte en mi camino.
Un abrazo
Raquel
Que gran momento en ese 2014 cuando nos pusimos cara en Londres. De allí ya han pasado unos años y muchas experiencias. Y si hacemos balance el peso caería del lado positivo. Gran post, muy sentimental para mí.
Gracias Eva, por las experiencias y por tantos momentos, por escuchar cuando se necesita. Me alegro que te haya gustado; estaba en pendientes y hoy llegó su turno.
Un abrazo