Las ganas, necesarias para todo o, al menos, “impulso de hechos”. Ni siempre son las mismas ni son ajenas a las circunstancias; cambiantes, personificadas, pura gasolina para cada día, cada proyecto. Pues sí y… fíjate tú que hoy no tengo ganas de NADA, me pienso y no me encuentro, estoy completamente desubicada, en pleno centro de Chamberí, silencio absoluto, ganas de aire fresco, de desconexión, de naturaleza. Quizás mañana, mientras pasee por el parque me encuentre. Mientras tanto, voy a alimentarme de ricos recuerdos, de bonitos actos, de cosas que me gustan, me motivan. Si te apetece, puedes seguirme unos instantes. Adelante.
